ES HORA DE PONER PUNTO Y FINAL Y ASEGURAR UNA VIDA DIGNA A LOS PERROS ESCLAVOS DE LA CAZA.
España es el único país de la Unión Europea donde todavía se permite la caza utilizando galgos y podencos. Estas razas sufren especialmente debido al corto período en el que se les considera «útiles», y los métodos empleados para deshacerse de ellos cuando dejan de servir son extremadamente crueles.
Cazadores y criadores ilegales mantienen jaurías completas ocultas en búnkeres, escondites, cuevas o lugares remotos y de difícil acceso, lo que hace que estos animales permanezcan fuera del radar, invisibles a las estadísticas oficiales. Esta práctica clandestina, aunque conocida por muchos, se sostiene por la percepción de estos perros como meras herramientas, especialmente en zonas rurales.
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